Según los datos de la OCDE, en las últimas décadas, el número de mujeres en el poder judicial ha aumentado significativamente en todo el mundo. En muchos países, aproximadamente la mitad de los estudiantes de derecho son mujeres, y los datos de 2014 muestran que las mujeres en los países de la OCDE representan más del 54% de los jueces profesionales. Pero las mujeres todavía están muy poco representadas en los puestos judiciales de más alto rango, incluso en los bancos del Tribunal Superior y otros cargos de alto nivel en la profesión legal.
El informe de la OCDE, sin embargo, subraya que las mujeres solo representan el 33,6% de los jueces en las cortes supremos. Esta tendencia se refleja en la proporción de cargos presidenciales que ocupan las mujeres. En promedio, las mujeres ocupan el 45,9% de las presidencias en los tribunales inferiores; el 28% en los tribunales de apelación y el 18,6% en los tribunales superiores. Generalmente, las mujeres tienen éxito en el ingreso a la profesión legal, pero progresan lentamente a puestos de alto nivel; de ahí que la cultura corporativa y las condiciones de trabajo, e introducir esquemas de tutoría son consideraciones necesarias que se deben tomar en cuenta al analizar este tema. Independientemente de las políticas gubernamentales, el liderazgo y el monitoreo independiente de los resultados son componentes esenciales para garantizar una judicatura más diversa.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer es el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Se trata de una comisión orgánica dependiente del Consejo Económico y Social, creado en virtud de la resolución 11(II) del Consejo, de 21 de junio de 1946.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer desempeña una labor crucial en la promoción de los derechos de la mujer documentando la realidad que viven las mujeres en todo el mundo, elaborando normas internacionales en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.
En 1996, en virtud de la resolución 1996/6, el Consejo Económico y Social amplió el mandato de la Comisión y decidió que debería asumir un papel de liderazgo en la seguimiento y revisión de los avances y las dificultades encontradas en laimplementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, así como en la incorporación de la perspectiva de género en las actividades de las Naciones Unidas.
La juez Vanessa Ruiz, presidenta de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas, señaló que lograr la igualdad para las mujeres jueces, en términos de representación en todos los niveles del poder judicial y en los consejos judiciales, debe ser un objetivo primordial, no sólo porque es correcto para las mujeres, pero también porque es correcto para lograr un Estado de Derecho más justo. Señaló que las mujeres jueces están fortaleciendo el poder judicial y ayudando a ganarse la confianza del público.
La juez Ruíz también subrayó que el acceso de mujeres jueces en espacios de los que históricamente habían sido excluidas ha sido un paso positivo hacia la percepción de que los poderes judiciales son más transparentes, inclusivos y representativos de las personas a quienes afectan. Por su mera presencia, las mujeres jueces mejoran la legitimidad de los tribunales, enviando una señal importante de que son abiertas y accesibles para quienes buscan recurrir a la justicia.